El elenco ecuatoriano dio el batacazo dos veces y logró sacar del certamen a los dos clubes más grandes de la Argentina. Independiente del Valle se convirtió en la gran sorpresa de la Copa Libertadores 2016 al llegar hasta la final, donde se cruzará con Atlético Nacional de Colombia.

Pero sus puntos más altos del certamen se dieron en las series ante River, en los octavos de final, y Boca, en las semifinales. A ninguna de esas llaves llegó como favorito y, sin embargo, terminó llevándose la victoria.

Con esos triunfos, en los que ni siquiera necesitaron llegar a la instancia de penales, los ecuatorianos se convirtieron en el único equipo en la historia que logró sacar de una misma edición de la Copa Libertadores tanto a River como a Boca.

Independiente del Valle había pasado la fase de grupos como segundo de la Zona 5, detrás de Atlético Mineiro y, en instancias de octavos de final, le tocó enfrentar al último campeón de la Copa, el River de Marcelo Gallardo.

Lejos de atemorizarse por la situación, los dirigidos por Pablo Repetto ganaron con autoridad por 2-0 el partido de ida en Ecuador ante El Millonario. En la vuelta en el estadio Monumental, con una gran actuación del arquero Librado Azcona, cayeron por 1-0, pero pasaron porque el resultado global les resultó favorable. De esa manera, la Cenicienta del certamen daba su primer golpe en Buenos Aires.

En cuartos de final, superaron a Pumas de la UNAM de México por penales, lo que los habilitó a jugar las semifinales ante Boca. Nuevamente un rival argentino, con el peso histórico que arrastraba el equipo de Guillermo Barros Schelotto, en busca de su ansiada séptima Libertadores.

El Xeneize comenzó ganando en Ecuador, pero el local remontó y se impuso por 2-1. Ya en la Bombonera, los de Quito volvieron a dar el batacazo al reponerse de un gol prematuro y, finalmente, ganar por 3-2 para lograr el pase a la final.

En la instancia decisiva, ante Atlético Nacional, Independiente del Valle buscará seguir haciendo historia y quedarse con la segunda Copa Libertadores para un equipo de Ecuador. La primera la ganó la LDU de Quito de Edgardo Bauza en el 2008.