La obra “Raices de Luz Eterna” afecta más que escultura de niño betunero.

Fabricio Valverde y su polémica obra “Raices de Luz Eterna que es simbolo del renacimiento Guayaquileño causó el repudio por identificar escultura como burla a los muertos covid.

http://www.diarioexxtra.com

Cada quién interpreta el arte desde su propio prisma de ver las cosas.

Fabricio Valverde el escultor de tan criticada obra deja adeptos y contrarios.

Por ejemplo el músico Luis Rueda expresa que es una obra que choca, impacta, estremece, confronta. Coyunturalmente inapropiada es la exacta bofetada que te invita a despertar (cuando menos a reaccionar).

Los cuerpos apilados, bañados en un lúgubre azul no te dejan siendo el mismo. No es una obra altiva y lejana, de esas en las que diminuto miras hacia arriba. Esta, al contrario, es inmersiva, altanera, invasiva y definitiva. Un recordatorio de nuestra finitud y de los cimientos afirma el músico ecuatoriano Luis Rueda.

Además expresa sus felicitaciones a
Fabricio Valverde, su autor… pocos artistas ecuatorianos se han podido dar el lujo de que su obra genere tal tipo de interés, repudio, conflicto y debate. Para mí, este es un paso adelante.

Luego de las esculturas del niño betunero que le lustró los zapatos a Jaime Nebot, el Cristo de bronce adornando un barrio marginal y las manos gigantes de más de medio millón de dólares de la avenida de Las Américas, llega una escultura que es parte del conjunto de obras ‘Raíces de Luz Eterna’, que levanta la polémica en el contexto de la pandemia, aunque tiene un significado completamente diferente.

Fuente: http://www.diarioexxtra.com